Sean bienvenidos a un nuevo artículo de Armonía Contemporánea, en esta oportunidad hablaremos del swing, una característica propia del jazz que a veces tiende a ser menospreciada por los estudiantes de música.
El swing aparece básicamente en las melodías y solos de obras de jazz, pero está presente en casi todos los instrumentos que conforman tríos, bandas y orquestas de ese género, como así también en otros estilos emparentados con el jazz, tales como el blues, el funk, etc.
Es tan importante el uso del swing en estos estilos, que si prescindimos de él, nuestro género pierde su esencia principal. Por ello es fundamental conocer los principios básicos del swing, logrando así que nuestra música se encuentre más cercana a la de los grandes exponentes del jazz.
El término swing se traduce al español como «balanceo», y esta característica se siente principalmente en las figuras de corcheas. Es allí donde el swing prevalece, y en donde debemos asegurarnos de que suene de manera natural y fluida. Para ello cada grupo de dos corcheas debe interpretarse de la siguiente manera:
– La primera corchea debe durar más tiempo que la segunda, pero no debemos caer en el error común de leerlas como corchea con punto – semicorchea, ya que si bien de esta manera existe la sonoridad largo – corto, no se logra así un swing natural.
– Para lograr que nuestras corcheas tengan swing debemos interpretarlas como un tresillo de corcheas, donde las dos primeras se encuentran ligadas, o simplemente conforman una figura de negra, dentro del mismo tresillo.
Ahora lo más importante de todo: El acento de cada una de estas corcheas es diferente. Siempre la segunda corchea de cada par está más acentuada que la primera, a pesar de que la primera corchea caiga por lo general sobres las notas principales de los acordes (fundamental, tercera, quinta, o séptima). La primera corchea se encuentra en el tiempo fuerte (down-beat), mientras que la segunda corchea en el tiempo débil (up-beat). Es en esta última corchea donde debemos colocar el acento para lograr un swing natural.
Con todo esto también se originan las escalas bebop, las cuales son escalas tradicionales con el agregado de una nota de paso, que se construyen con el fin de que siempre en una melodía diatónica coincidan notas principales del acorde con tiempos fuertes de corchea, es decir, siempre en la primera de las dos corcheas de cada par.
Otra característica importante del swing es el hecho de que las notas tienden a retrasarse levemente, dando la sensación de que quedan mínimamente relegadas respecto a la base rítmica.
Por último, otro factor que no debemos olvidar en el swing es la articulación, la cual es una consecuencia natural de la acentuación, puesto que la mayoría de las melodías tienden a comenzar en la parte débil de cada tiempo, es decir en la segunda corchea (up-beat, donde van los acentos).
Veamos ahora un ejemplo de todo esto que venimos hablando:
Pero sin dudas la mejor manera de aprender a tocar con swing es escuchar a los grandes maestros del jazz. Si bien en este estilo el swing varía según las épocas, una buena manera de internalizar su sonido es escuchar a saxofonistas, trompetistas u otros instrumentos de viento en obras clásicas del repertorio de jazz.
En este caso quisiera hacerles escuchar una obra muy conocida por todos, donde el swing se encuentra de manera clara, fluida y natural. Esta obra puede servirnos como un patrón de estudio con el cual comparar nuestro swing para lograr un mejor resultado. Con ustedes, el tema de la Pantera rosa:
Si bien el swing se encuentra básicamente en las corchas de las melodías y solos, otros instrumentos tales como la batería lo marcan constantemente en los platillos. De esta manera el swing impregna toda el conjunto musical, haciéndose presente también en los instrumentos armónicos de acompañamiento tales como el piano y la guitarra.
PRACTICANDO SWING!
El siguiente ejercicio nos ayudará a lograr un swing más natural, para ello debemos tener en cuenta algunos aspectos importantes:
– Usar siempre metrónomo. La manera de utilizarlo será colocando el tempo a la mitad de lo que estable la obra o lo que queramos practicar y haciendo que cada «clic» marque los tiempos 2 y 4 dentro de un compás 4/4. Recordemos que clásicamente en este tipo de métrica los tiempos 2 y 4 son llamados tiempos débiles. Sin embargo, en el jazz y en muchas otras músicas populares (incluso el rock y el pop) los tiempos 2 y 4 son los que se encuentran acentuados y es allí donde sonará nuestro «clic» de metrónomo.
– Nuestro pie izquierdo, más precisamente el talón, debe marcar los cuatro tiempos de cada compás.
– Siempre debemos acentuar las segundas corcheas de cada par, pero teniendo en cuenta que ambas corcheas suenen en «legato», es decir que su sonido sea ligado y no «staccato»o picado.
Ahora veamos un ejemplo simple de cómo estudiar swing en el piano:
A continuación pueden ver el mismo ejercicio en la tonalidad de Do mayor. No olviden las acentuaciones de las segundas corcheas al practicar! Será hasta un próximo encuentro!
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